El mundo de dulces
Había una vez un mundo muy lejano que estaba lleno de dulces, en el cual vivía una princesa muy bonita llamada Teresa.
Teresa era muy amable con todos y siempre ayudaba al prójimo. Le encantaba salir a cantar en los jardines todas las mañanas; también le fascinaban los dulces.
Un día, llegó la reina malvada y le gritó a la princesa: – ¡¿por qué te gusta hacer tanto ruido todas las mañanas?! –; muy triste, la princesa le contestó que era porque le encantaba cantar junto a sus amigas las aves.
La reina malvada le prohibió cantar y le dijo que, si la escuchaba de nuevo, la metería en el calabozo; la reina se marchó hacia su castillo, muy enojada.
Muy preocupada, la princesa Teresa se reunió con todos sus amigos del pueblo y decidieron unirse para cantar juntos, todo con la finalidad de obligar a la reina malvada a marcharse del pueblo.
En la mañana siguiente, fueron llegando todas las personas del pueblo para empezar a cantar y, de repente, se comenzó a escuchar una hermosa melodía, lo cual provocó que la reina malvada se fuera del pueblo.
La princesa y sus amigos vivieron felices para siempre.
Fin