VACACIONES TENEBROSAS
Había una vez, seis jóvenes: tres mujeres y tres hombres. Todos estaban en el mismo año en la universidad. Ellos se llamaban Mariel, Natalia, Angelin, Iván, Isaac y Carlos.
Ellos iban juntos a pasear a los lugares más tenebrosos, como la casa tenebrosa ubicada en Arraijan, donde nadie se atreve a pasar la noche. Estos chichos hicieron una apuesta de 100.000 dólares para aquel que durmiera tres noches seguidas en dicho lugar. También se pusieron de acuerdo para que se realizara la apuesta en tiempos de Halloween.
Pasaron los días y llegó el momento de la apuesta. Cuando entraron a la casa, todo estaba tan oscuro que ninguno se podía ver uno al otro. Luego, entró una fuerte brisa que cerró la puerta, azotándola. De repente, se escuchó una voz a lo lejos llamando a cada uno y todos estaban tan asustados que se querían ir de ahí.
Súbitamente, la puerta se terminó de trancar. De inmediato escucharon nuevamente la voz, pero esta vez esta se acercaba más a ellos, en ese instante se encendió la chimenea y, de repente, una mano tocó a Natalia en el hombro y la arrastró. Todos quedaron totalmente asustados. Al superar la impresión, se reunieron para buscar a Natalia, para lo cual se dividieron en dos grupos, en el primero estaba Angelin, Isaac y Carlos y, en el segundo grupo, Mariel e Ivan.
Cada grupo se fue para distintas partes de la casa. El grupo de Mariel caminó hacia los cuartos y el grupo de Angelin al sótano, pero era muy difícil encontrar a Natalia porque la casa era tan grande que cualquiera se podía perder ahí.
Luego volvió la voz llamándolos de nuevo a cada uno; todos estaban asustados, pensaban que a alguien se lo iban a llevar, pero no fue así. La voz se fue y todos quedaron en estado de alerta, no obstante, no se detuvieron y siguieron buscando a Natalia.
Todos estaban gritando: - ¡Natalia, Natalia! -, y cuando Angelin y los demás entraron al baño, encontraron a Natalia. Enseguida le avisaron al otro grupo. Mariel e Iván fueron al baño tan agitados y asustados que no podían hablar.
- ¿Qué paso? -, le preguntaron sus amigos.
- Atrás, atrás viene un monstruo -.
- ¿Cómo es? -.
- Es una niña, con los pies virados, cabello negro para adelante y no se le ve la cara -.
De repente, se escuchó la voz de una niña llorando. Todos salieron corriendo rápidamente, pero se dieron cuenta que no podían salir de la casa, así que corrieron a las escaleras y subieron al segundo piso. Luego, todos se escondieron en el mismo lugar.
Todos estaban tan asustados que, cuando se percataron de que volvieron al mismo lugar, salieron corriendo, pero se dieron cuenta de que la niña estaba subiendo las escaleras y se regresaron. Se escondieron, pero la niña sabía dónde se habían ocultado así que los encontró. Volvieron a escapar y se reunieron en otro lugar donde no los encontraran.
Aprovecharon e hicieron una trampa. Angelin salió y empezó a pedir ayuda. La niña escuchó y bajó; no se podía ver nada. Por otro lado, Isaac había puesto una soga en el pasillo, con la que el espectro se tropezó y se cayó. Le quitaron el cabello de la cara y resultó ser el dueño de la casa que quería asustar a todos los que entraban.
Llamaron a la policía, lo detuvieron y todos supieron que no tenían que arriesgar su vida de esta manera y vivieron felices por siempre.
Fin.