El niño y el dragón

Había una vez un niño que fue abandonado en el bosque al estar recién nacido. Luego de un año, el niño vivía con un dragón llamado Eliot, quien lo crio como si fuera su hijo.

Seis años después, cuando caminaba por el bosque, el pequeño descubrió que un leñador quería derribar el árbol sobre el cual él había construido su casa. Enseguida se acercó y le preguntó: –¿por qué quieres cortar mi casa? –, y el leñador le respondió: – porque necesitamos madera; ¿quién eres tú? ¿hace cuánto vives aquí? –. El niño le contesta: – mi nombre es Peter, vivo aquí hace 6 años –.

– ¿Vives solo en el bosque? –, preguntó extrañado el leñador. Cuando el niño le iba a contestar, llegó una señorita llamada Grace e interrogó al empleado sobre el niño, entonces este dijo: – me llamo Peter –. La joven se dirigió nuevamente al leñador, queriendo averiguar de que hablaban. Este le dice: – de nada interesante, solo le estaba preguntando que si vivía solo en el bosque –.

En ese momento, el pequeño volvió a interrumpir diciendo: – no vivo solo, vivo con un gran amigo –. La señorita Grace lo miro con algo de sorpresa y le preguntó: – ¿y quién es ese gran amigo tuyo? –; – solo les puedo decir el nombre, se llama Eliot –, contestó el niño, – ¿por qué quieren cortar mi árbol? –, continuó.

La señorita le dijo: – ¡oh!, ¿este es tu árbol? –; – sí, esa es mi casa –, responde el pequeño señalando la copa del árbol. La joven le pidió al leñador que no cortara el árbol y se retiró; el niño le agradeció mucho.

Cuando llegó a su casa, Grace saludó a su padre, el señor Ernesto, y entablaron una conversación:

– He conocido a un niño maravilloso en el bosque –

– ¿Cómo se llama? –

– Peter –

– ¿Y ese niño vive en el bosque? –

– Sí, en una pequeña casita improvisada en la cima de un árbol –

– ¡Qué raro! ¿y cuánto tiempo tiene viviendo allí? –

– Según nos dijo al leñador y a mí, 6 años –

– ¡Imposible! No creo que alguien pueda sobrevivir 6 años solo en el bosque –

– El niño no estaba solo, vive con un gran amigo llamado Eliot –

Preso de la curiosidad, Ernesto le pidió a su hija que alistara todo para poder irse de excursión al bosque y así conocer al niño en persona. Grace pensó también en llevar a su hija Valeria, quien se emocionó y empezó a empacar rápidamente.

Bien temprano la siguiente mañana, los tres se fueron al bosque y, al llegar, se encontraron al niño. El señor Ernesto le preguntó: – ¿quién es ese gran amigo Eliot? –. El niño respondió: – si quieren, se los presento –, y todos dijeron que sí.

El niño Peter les pidió que hicieran silencio, ya que Eliot se podía asustar. El pequeño los condujo a una gran cueva, a la que entró solo. Luego de un rato, salió y detrás de él apareció un dragón gigante de color verde, con unos colmillos filosos, dos alas grandes y una cola larga. – Él es mi amigo Eliot –, dijo el niño. La familia se aterrorizó y el padre de la señorita Grace llamo a la policía. Todo el ruido de las sirenas asustó mucho a Eliot, quien escapó volando.

Las autoridades se llevaron a Peter al hospital porque pensaban que estaba enfermo. Cuando despertó, Peter vio junto a su cama un globo rojo y, al tocarlo, este se echó para atrás y luego para adelante, golpeándolo; el niño se asustó y trató de salir de ese lugar. Saltó por la ventana hacia un árbol, bajó y corrió esquivando a un carro y autobús en la calle. En ese momento, divisó a Eliot en el cielo y lo llamó. El dragón voló hacia él; el niño saltó y cayó en el lomo de su amigo, y juntos escaparon al bosque.

Cuando se percataron que Peter no estaba, decidieron ir a buscarlo nuevamente en el bosque, y allí lo encontraron viviendo tranquilamente con Eliot, así que lo dejaron en paz, respetando su felicidad.

Fin