El caballo mágico

Había una vez un caballo que vivía en un bosque mágico y era muy feliz porque siempre jugaba con sus amigos. Un día, llegaron unos cazadores que querían capturarlo, ya que deseaban su magia para volverse ricos.

Durante la noche, los cazadores idearon una trampa para poder apresar al animal. El caballo caminaba bajo la luz de la luna cuando, de repente, la trampa cayó sobre él. Los cazadores corrieron hacia su cabaña; estaban felices porque habían atrapado al caballo. Una vez allí, comenzaron a idear qué hacer con él. Uno de ellos dijo: – ¿por qué no lo vendemos al rey? –; y los demás respondieron: – ¡qué buena idea!, llevemos el caballo al rey –; así que lo montaron en una carreta y partieron hacia el palacio.

Al llegar, el rey les preguntó: – ¿qué hacen aquí? –; los cazadores respondieron: – traemos algo muy especial para usted, mi rey –, y unos de los cazadores fue a buscar al caballo.

Cuando el rey vio a la maravillosa criatura, dijo: – les doy muchísimo oro a cambio de ese corcel –. Los cazadores estaban felices porque iban a ser ricos, así que inmediatamente le entregaron el animal. Sin perder tiempo, el rey ordenó que lo llevaran al rancho, junto a los demás que ahí estaban.

El caballo le preguntó a unos de los animales del rancho: – ¿cómo puedo salir de aquí? –; le respondieron que podía ayudarse con las tijeras que tenía a su lado. Cuando todos dormían, el caballo tomó las tijeras, cortó la correa, abrió la puerta y se fue.

Al amanecer, los cazadores, el rey y sus sirvientes fueron a buscar al caballo y no lo encontraron. ¡El rey estaba muy molesto!, porque dejaron ir al caballo, así que desterró a los cazadores de su reino. Estos aprendieron una lección: ¡no hay que ser avaros!

El caballo mágico regreso al bosque con sus amigos y vivió feliz para siempre.

Fin