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  • Daniella Jaramillo – 6to grado

La niña Hada


La niña Hada - Lecturas Ferrini Panamá

Un día, una pequeña de 12 años decidió buscar un hada para ella (bonita, con alas, pequeña y con el pelo largo), así que marchó hacia un bosque que tenía cerca de su casa, porque creía que allí encontraría lo que buscaba.


Empezó a caminar hasta que se encontró con una viejita que tenía la cara muy arrugada y el pelo largo. Enseguida le dijo: – ¿Quién eres tú? –; pero la viejita no contestó. La niña volvió a preguntar: – ¿Hay hadas por aquí? –. – No, pero sé dónde hay –, dijo la viejita y así empezaron a conversar.

– ¿Me podría decir dónde están? –

– Eso depende, ¿quieres el hada para jugar o para arrancarle las alas? –

– ¡No!, la quiero para jugar con ella y convertirme en hada después –

– Bueno, entonces ven conmigo. Entiendo que quieres ambas cosas, pero ¿qué prefieres primero: encontrar una o convertirte? –

– Me gustaría ser hada; ¡cuanto antes mejor! –

– Muy bien –


Así que se dirigieron hacia una choza que parecía abandonada. Cuando entraron, la niña se quedó boquiabierta porque no se creía lo que estaba viendo. La choza estaba llena de ollas con un fuego de llama azul, una gran chimenea y unos buhitos recién nacidos con su madre en un rincón.


La anciana empezó a sacar botellas de un armario, colocándolas sobre una mesa que había al lado de una olla de gran tamaño. Acto seguido, vació sus contenidos en aquella cazuela gigante, mientras recitaba una especie de conjuro.


Luego de que la viejita dijera: ­– ¡Abracadabra! ¡que aparezca un hada! –, de la olla salió una preciosa hada tal como la niña quería.


– Esta pequeña hada será tu nueva compañera, se llama Danny; solo falta que le pidas el deseo de convertirte en una de ellas –, le dijo la viejita a la niña.


La pequeña se sorprendió muchísimo, pero hizo lo que le había pedido. A los pocos segundos, empezó a encogerse y, de repente, ¡pum!, ella también se transformó en una preciosa hada.


– Gracias, gracias –, dijo la niña.


– De nada. Ahora tenemos que volver al bosque, pero no te asustes, ya que, al convertirte en hada, podrás ver lo que es invisible para las demás personas. Allí encontraremos a otras hadas y nuevos amigos. Tú sígueme –, dijo Danny.


Al salir, aparecieron en un bosque totalmente distinto al que recordaba la pequeña. En él se encontraban duendes, árboles mágicos, pitufos celebrando el cumpleaños de una ardilla y hadas, muchas hadas. Una rubia, otra morena, otra marrón, otra verde, otra azul, otra amarilla, otra negra y así, de todos los colores. Sus nuevos amigos del bosque mágico bautizaron a la niña convertida en hada con el nombre de Mariposa.


Mariposa encontró el hogar que deseaba junto a las hadas y otras criaturas que le mostraban las diferentes bellezas del bosque, junto con la fantasía y magia de su mundo.

Fin

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