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  • Roberto Vergara - 5°A

CARLOS Y SU PERRO


Carlos y su perro - Lecturas Ferrini Panamá

Había una vez un niño de 10 años llamado Carlos. Él tenía una mascota, Bolk, que era un perro muy bonito.


Un día, él fue al parque con su perro Bolk y lo soltó para que corriera libre. Luego, se fue a jugar con sus amigos María, Juan, Manuel, Jesús y Moisés. Al terminar, partió para su casa. Cuando llegó, se acordó que Bolk se había quedado en el parque. Inmediatamente se regresó a buscar a su mascota, pero el parque ya estaba cerrado.


A la mañana siguiente, fue a buscarlo, pero se encontró con la sorpresa de que Bolk no estaba en el parque. Carlos se puso muy triste, pues, por su descuido, se le había perdido su perro.


Lo buscó por toda la ciudad y no lo encontraba. Carlos y su familia sufrieron mucho la pérdida del perro. Pasaron muchos días y nada que encontraban a su mascota. Finalmente, se rindieron y dejaron de buscarlo.


Meses antes, Bolk se había desaparecido, pues el hermanito menor de Carlos salió de la casa y dejó la puerta abierta, y el perro se escapó. Sin embargo, no hubo problema, ya que el mismo fue encontrado por una vecina que lo devolvió, gracias a que el perro tenía su plaquita de identificación con su nombre y el número de teléfono del dueño.


Carlos creció sin su querido perro. Pasaron seis años.


A Carlos le gustaba el fútbol. Un día, él estaba jugando precisamente en un estadio cercano al parque donde se le había perdido su querido perro Bolk. Era el campeonato final del Mundial de Fútbol.


Su equipo ganó la Copa de Fútbol. Él estaba muy contento porque habían ganado el campeonato. Se hizo la ceremonia de entrega del anhelado trofeo. Finalmente, festejaron dicho acontecimiento y Carlos tomó su auto para regresar a su casa.


Pasó cerca del parque en donde se le había perdido su perro. A Carlos le dio mucha tristeza. De repente, vio a un perro parecido a Bolk. Lo llamó, – ¡Bolk! –, y el perro comenzó a ladrar y a seguirlo hasta llegar a la casa.


Carlos estaba sorprendido y muy contento, pues habían pasado más de seis años y Bolk todavía se acordaba de él. El perro estaba enfermo y decaído, pues no quería comer.


Después de un tiempo, Carlos se enteró de que la persona que lo había tenía lo devolvió al lugar donde lo encontró, debido a que el perro enfermó y no tenía dinero para llevarlo al veterinario.


Finalmente, Carlos lo llevó al veterinario. Tenía una infección producida por las garrapatas. Bolk fue curado y siguió viviendo unos años más con su antiguo dueño, hasta que murió de vejez.

Fin

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