LA NIÑA NAREY

Hace unos cinco años, una niña llamada Narey inició su período escolar. Como todas las de su edad, ella estaba muy feliz porque quería ir a la escuela.

No obstante, al finalizar la primera semana, la niña Narey le decía a su mamá que no quería ir más para el colegio. Extrañada, la mamá habló detenidamente con ella para intentar averiguar que sucedía, pero no consiguió nada.

Un buen día, la mamá de Narey le dijo: – está bien, si tú no quieres ir a la escuela, yo sí voy a ir para hablar con la maestra para ver qué sucede contigo –. Enseguida, la pequeña le respondió que le contaría la verdadera razón. La madre escuchó atentamente.

– Mamita, lo que me hace que no quiera ir más a mi escuela es que la maestra no me deja comer mi merienda antes del recreo –, le contó la niña.

– No Narey, la lonchera es para merendar a la hora del recreo, no antes –, le dijo la mamá, pero Narey insistió en que debería comer en el salón. En vista de esto, su mamá le dijo: – vamos hacer un trato, si te portas bien y obedeces, te llevaré a comer un helado el fin de semana –. Narey respondió: –está bien –.

Al cabo de dos semanas, la mamá recibe una nota de la maestra donde decía que la niña Narey se comía su merienda a escondidas, esto lo hacía detrás de la puerta y el mueble que está en el salón de clases. Esta noticia molestó mucho a la mamá de Narey. Ella habló nuevamente con su hija para que corrigiera su mal comportamiento dentro del aula de clases.

La mamá le habló bien fuerte a la niña, por lo que ella empezó a portarse bien, obedecido comer su merienda a la hora indicada, que es el tiempo del recreo.

Hoy día, la niña Narey se porta muy bien y es una excelente alumna, tanto en notas, como en comportamiento escolar, razón por la cual su mamá está muy contenta de haber logrado que su hija fuese obediente.

Fin