LOS JUSTICIEROS
Había una vez un hombre llamado Juan Carlos, que era súper héroe y vivía en una metrópolis muy lejana conocida como La Ciudad del Bien. Él tenía un amigo, Sebastián. Cuando habían problemas, se convertían en Electric Man e Ice Man.
Ellos entraban en acción cuando El Escarabajo Rojo y Cochino Man, los villanos del lugar, atacaban.
Electric Man e Ice Man hacían su trabajo muy bien, derrotando a los malhechores y restaurando el orden. Cuando se encontraban con ladrones, villanos o locos, se escuchaba: ¡pow!, ¡pow!, ¡chuck!, ¡kaboom!; y los malos eran aprendidos.
Un día, Ice Man y dice Electric Man buscaban pistas que los condujeran a los villanos más peligrosos; cada vez que se acercaban a ellos, encontraban autos volcados, choques en llamas y pequeñas explosiones, pero los jefes antisociales lograban escabullirse. Al seguir su última pista, el dúo de héroes encontró una carta que decía:
“Electric Man e Ice Man, estamos en otra parte de la ciudad donde no nos encontrarán jamás; les advertimos que destrozaremos una parte de la ciudad cada vez que ustedes aprendan a algunos de nuestros secuaces. ¡Habrá más cartas y atentados! Ja, ja, ja, ja, ja, ja.”
Los súper héroes se molestaron mucho y, después de una ardua investigación, llegaron a un laboratorio en el que habían unos rehenes. El lugar estaba repleto de bandidos fuertemente armados.
¡Empezó la batalla! La estrategia a seguir era infiltrarse y hacer una eliminación silenciosa de los captores, tomando por sorpresa a uno por uno; así no expondrían las vidas de los rehenes.
Después de haber derrotado a los enemigos, liberaron a los rehenes.
José Luis, uno de los señores que permanecía cautivo, dijo: – ¡no sé qué paso!, pero lo único que recuerdo es que me golpearon la cabeza y que me dejaron aquí, con una capucha de color negro; después llegaron El Escarabajo Rojo y Cochino Man con seis villanos más y me dieron un golpe; desde ese momento no supe más nada –.
– Muchas gracias por la información, te llevaremos a la comisaría para que te hagan algunas preguntas, pero no te vamos a encerrar; llamaré a la policía; quédate aquí y espera; vendrá un helicóptero a rescatarte –, dijo Electric Man.
Electric Man e Ice Man siguieron buscando pistas. Revisando la zona de líquidos tóxicos de una fábrica continua al laboratorio, encontraron otra carta; cuando la tomaron, todas las paredes comenzaron a cambiar de sitio. Cuando terminó el caos, vieron que decía:
“¡Wow! No nos sorprende que hayan derrotado a esos tontos incompetentes. Bueno, si miran atrás de ustedes, verán una bomba que explotará en 15 minutos. Deben conseguir la salida de este laberinto en ese tiempo si es que no quieren morir. ¡Mala suerte! Ja, ja, ja, ja, ja, ja.”
– Tendremos que salir de este lugar y rescatar a los demás rehenes – , dijo Electric Man.
A toda prisa, registraron la fábrica; encontraron a todos los rehenes y la salida, logrando escapar segundos antes de la detonación.
Luego de dejar a todos a salvo, subieron a su auto y se dirigieron a un mini laboratorio y encontraron a El Escarabajo Rojo y Cochino Man. Libraron la lucha de sus vidas. ¡Pow! ¡Boom! ¡Crach! ¡Kaboom!
¡Finalmente ganaron los súper héroes! Electric Man e Ice Man amarraron a los malos y los llevaron a la cárcel. Amaneció y toda la ciudad estaba en orden.
Así fue como salvaron la ciudad y al mundo.
Fin.