EL SUEÑO DE UN FUTBOLISTA

Érase una vez, un niño llamado Marco, que cursaba el octavo grado en una escuela privada llamada Ferrini. Él aprendía muchas cosas interesantes, pero lo que siempre deseó fue ser futbolista.

Un día en su escuela, el niño se sentía muy deprimido y su profesora llamada Yaxy le preguntó: – Marco, ¿por qué estás llorando? –. Marco no le dijo lo que le pasaba y la profesora se empezó a preocupar por él.

Unas semanas después, era época de exámenes trimestrales y Marco no demostraba interés alguno por estudiar. La profesora decidió hablar con él en el gabinete psicopedagógico. Durante esa charla, el niño se puso a llorar y todos le preguntaron que por qué lo hacía. Él decidió explicar lo que sucedía y les dijo:

– Lo que me pasa es que mis padres me obligan a que sea cocinero, pero yo quiero ser un futbolista –, contó Marco entre sollozos y lágrimas.

La profesora de artística le dio un abrazo y le dijo así: – en la vida siempre debes estudiar, para todo, hasta para ser futbolista –; Marco se motivó mucho y empezó a estudiar. Los resultados de sus exámenes fueron impresionantes; su promedio final fue de 4.8.

Sus padres se alegraron mucho por sus calificaciones y pensaron meterlo en una escuela de futbol, pero con una condición: – Marcos, no puedes bajar tus notas – , le dijeron.

Marco fue emocionado a su primera clase de futbol en la escuela Bowie Team. Al llegar, se presentó ante sus nuevos compañeros y profesor. El niño se destacó en la primera práctica, hecho que sorprendió al entrenador.

Cumpliendo con su compromiso, Marco puso mucho empeño en estudiar, hacía sus tareas a tiempo, nuca faltaba y siempre ayudaba a todos cuando lo necesitaban, por lo que mantuvo unas excelentes calificaciones.

Todos los sábados tenía práctica, sobresaliendo en cada una. Debido a esto, el profesor le dio una oportunidad para que jugara en el equipo de la distritorial de Panamá.

Marco hizo dos goles. Todos sus compañeros estaban felices con él.

Como premio a sus esfuerzos, tanto en la escuela como en las prácticas de futbol, sus padres y entrenador lo premiaron con un puesto fijo en la selección regional.

Marco siguió estudiando y entrenando hasta graduarse y lograr jugar profesionalmente, alcanzando su sueño.

Fin.