KATHERINE Y EL BOSQUE MÁGICO

Había una vez, una niña llamada Katherine, quien era muy traviesa.

Un día, sintió curiosidad de salir sola al bosque, ya que ella vivía en un campo y por su casa había un bosque del que decían que las personas que entraban no salían.

Katherine no le hizo caso a la leyenda del bosque embrujado y preparó su mochila con comida y una linterna.

Ya con su morral preparado, salió de su hogar, sintiendo algo de miedo por escaparse de su casa, aunque mayor eran sus ganas de conocer las cosas que se encontraba en ese bosque.

Salió de su casa y desde ese momento empezó su aventura. En su camino, Katherine se encontró con sus mejores amigas, Maggie y Valentina, y les contó a donde se dirigía. Maggie le preguntó:

– Katherine, ¿estás segura de que quieres entrar en ese bosque?, han dicho que está embrujado –

– Tonterías, yo iré al bosque pase lo que pase, quiero descubrir que hay adentro –

– Bueno, yo te acompaño; será divertido –, afirma Valentina.

Katherine y Valentina miraron a Maggie para convencerla. – Está bien, me convencieron –, afirmó Maggie.

Las tres niñas se fueron al bosque y llegaron después de haber caminado mucho.

– Chicas, están seguras de que quieren entrar aquí –, preguntó nuevamente Maggie.

Katherine y Valentina asintieron. Maggie insegura dijo: – Bueno –. Las niñas entraron, pero con temor.

– Ven chicas, no pasó nada –, aseguró Katherine.

En ese momento, escucharon el sonido de los arbustos y se asustaron, pero de estos salió un conejito; las chicas se sintieron más tranquilas.

A mitad de la aventura, las niñas escucharon una voz que les decía:

– ¡Salgan niñas, salgan que este bosque no es seguro para ustedes! –

Katherine preguntó: – ¿Quién dijo eso? –.

Un árbol viejo que se encontraba cerca dijo: – yo –.

– ¡Oh, bueno!, entonces seguiremos nuestro camino –, añadió Katherine.

Árbol: – No espera… No... No puedes seguir –

Katherine: – ¿Por qué? –

Árbol: – Porque no es seguro –

Katherine: – No importa, ya hemos escuchado la historia, pero igual seguiremos –

Árbol: – Bueno, se los advertí –

Katherine y sus amigas siguieron su camino y, de repente, se encontraron con un oso, pero no uno cualquiera, era un oso que podía hablar. No tardaron en entablar una conversación:

Oso: – Oh, hola niñas, ¿qué las trae por aquí? –

Maggie: – ¿Eres un oso que habla? –

Valentina: – ¡Exacto, los osos no hablan! –

Oso: – No soy un oso cualquiera, soy un oso goloso –

Katherine: – Ya lo vimos –. Todos se ríen.

Oso: – Oigan, ¿quieren conocer el bosque? –

Valentina: – Pero es que un árbol nos ha contado que este bosque está embrujado –

Oso: – Oh, ya entiendo. Así que charlaron con el árbol; no le crean, él solo intenta que nadie entre en el bosque mágico –

Katherine: – ¿El bosque es mágico? –

Oso: – Bueno, eso era lo que les iba a enseñar –

Siguieron caminando y se encontraron con una araña.

Oso: – Ella es mi amiga Teli, es una araña –

Teli: – Hola chicas, mi nombre es Teli –. Las tres amigas la saludaron y siguieron su camino hasta que se toparon con su próximo nuevo amigo.

Oso: – Chicas, él es Mr. Cropy, la rana –

Mr. Cropy: – Hola chicas – . Las tres saludaron nuevamente.

Las chicas siguieron su camino, pero tenían mucha hambre, así que Katherine sacó de su mochila comida para las tres:

Valentina: – Está muy rico –

Maggie: – Igual –

Las chicas descubrieron nuevos animales, pero se dieron cuenta de que se hacía muy tarde y que sus padres se preocuparían, así que se despidieron del Oso:

Katherine: – Adiós Oso, te extrañaremos mucho –

Oso: – Adiós chicas, yo también las extrañaré. Prométanme que nos visitarán –. Las tres prometieron que sí.

Las chicas siguieron sus caminos a sus casas y todos los días, cada vez que las niñas salían de la escuela, visitaban al Oso en el bosque mágico.

Fin.