EL NIÑO QUE CREÍA QUE HABÍA NACIDO DE UN HUEVO

Había una vez, un niño de cuatro años que vivía en una ciudad con sus padres y su hermano. Además, tenía varias mascotas: dos perros, una tortuga y tres peces.

A él le gustaba ir al parque todos los días, así como salir de paseo a diferentes lugares, tanto de su ciudad como de otras vecinas.

Este niño era muy curioso y le gustaba aprender de todo.

Un día, él estaba haciendo una tarea que le pusieron para que se preparara y nivelara para ir a la escuela, que iniciaría tan pronto acabara el verano. Mientras la hacía, le preguntó a su papá: — ¿yo nací de un huevo? —; a lo que su padre le respondió: — no, los niños nacen de la barriga de las madres —; pero, muy curioso y pensativo, el niño le replicó: — ¡no puede ser!, porque los pollitos nacen de los huevos —.

El papá le trató de explicar que las aves si nacen de los huevos, pero las personas lo hacen de la barriga de sus madres. Nuevamente pensativo, el pequeño dijo: — yo no pude haber nacido de la barriga de mi mamá porque eso significaría que ella me comió, pero mi mamá no me ha comido —.

El papá le preguntó que si su mama se lo hubiera comido, entonces cómo él podía haber nacido, a lo que él muy astutamente le contestó: — ve, si nací de un huevo, por que eso significa que yo había nacido —. Aunque no tenía sentido lo que escuchaba, el padre sonrió e intentó explicarle de nuevo que los humanos solo nacen de la barriga de las madres.

El pequeño le dijo que él no podía haber nacido de la barriga de su mamá porque él no cabe allí. El papá le explicó que, cuando nació, él era mucho más pequeño.

El niño se molestó porque creía que el tenía la razón y, por eso, no quiso creerle al papá por más que este trato de explicarle como era que había nacido de la barriga de su mamá.

El pequeño fue creciendo y madurando con los años, y fue allí donde entendió que su papá le decía la verdad, ya que entró a la escuela y, en la clase de ciencias naturales, le explicaron los diferentes tipos de animales y cómo nacían. Él comprendió que los humanos son mamíferos y, como tales, se desarrollan en el vientre de la madre y luego nacen de ella.

Cada vez que su papá se acordaba de la conversación le preguntaba al niño si había nacido de un huevo, a lo que él le respondía que se había equivocado y, en realidad, no nació de un huevo.

Fin.