DRAGADOR, UNA BESTIA LEGENDARIA
Ramón era un niño travieso, pero muy positivo y le encantaba retozar con su perro Max. Se la pasaba jugando todo el día y no hacía sus tareas; por eso lo regañaban. Antes de dormir, todas las noches su abuelo le contaba una historia sobre un guardián llamado Dragador.
Dragador era el guardián de la esfera Cosmotoplasis, en cuyo interior había una criatura malvada, capaz de desatar un caos infinito y el apocalipsis en el universo. Dragador protegía la esfera de cualquier cosa que la pudiese quebrar, porque si se llegara a romper, la criatura malvada escaparía y provocaría el fin de todo tal como lo conocemos.
La leyenda contaba que esa criatura se alimentaba del miedo y de los pensamientos negativos, creciendo y creciendo hasta llegar a convertirse en un enorme agujero negro que se tragaría el universo entero en cuestión de minutos.
Cuando el abuelo terminó de contar la historia, ya Ramón estaba dormido.
Al día siguiente, Ramón se despertó temprano y se fue a explorar el bosque con su perro Max. El niño se escapó a su aventura sin el permiso de sus padres.
Ambos pasaron horas caminando bosque adentro, Ramón se dio cuenta de que se había perdido y no sabía qué dirección tomar para volver a su casa. Cayó la noche y el niño se hizo una fogata.
Sus padres estaban muy preocupados porque Ramón no regresaba, así que salieron en la noche a buscarlo. Recorrieron todo el pueblo y no lo encontraron.
Al mismo tiempo, pero en el bosque, Ramón abandonó la fogata y se fue a explorar más allá, buscando un árbol muy alto para treparlo e intentar ver su casa. Después de un rato, encontró uno que era gigantesco. Mientras Max vigilaba abajo, el niño lo subió y llegó a la copa, sin embargo, no podía ver más nada que el bosque a kilómetros; se había alejado tanto de su casa, que parecía imposible volver a ella.
De repente, se escuchó una gran explosión a lo lejos. Cuando se dio la vuelta, vio un gran volcán echando humo, pero no tenía lava. Ramón bajó rápido del árbol; su perro Max lo estaba esperando en el suelo.
Los dos corrieron hacia el volcán y, cuando llegaron al cráter, Ramón vio un gran monstruo parecido al de la historia que le contaba su abuelo.
De improviso, el monstruo se volteó y Ramón se escondió detrás de una roca. Cuando el niño se asomó y vio la cara de la criatura, se dio cuenta de que era Dragador.
Ramón salió de la roca con las dos manos arriba, diciendo: — por favor, no me comas —. El niño se quedó quieto; Dragador fue corriendo hacia él, lo cogió por el brazo y le preguntó: — ¿quién eres tú? —.
El pequeño estaba asombrado, él no sabía que Dragador podía hablar. — Yo soy Ramón —, le respondió.
Dragador le dijo que lo siguiera y los tres salieron corriendo hacia la guarida del monstruo. Una vez dentro, el legendario guardián le enseñó a Ramón que la Cosmotoplasis se estaba rasgando y le pidió que lo ayudara a repararla. El niño le dijo que sí, pero ya era tarde. De repente, toda la tierra empezó a temblar y el cielo se puso de color rojo.
La Cosmotoplasis se empezó a quebrar. Dragador salió corriendo hacia Ramón y lo cubrió con su cuerpo. En ese momento, la esfera se partió en miles de fragmentos, en medio de una explosión que destruyó parte del bosque y la mitad del pueblo. Por suerte, no hubo heridos, ya que todas las personas estaban en el otro extremo del pueblo ayudando a los padres de Ramón a buscarlo.
La criatura malvada estaba a punto de despertar y la única manera de formar una esfera nueva y poder encerrarlo era con el resplandor de una piedra hecha de amor y pensamientos positivos llamada la Gema de Equilates. Entonces, Dragador y Ramón escavaron muy profundo en un lugar que solo el guardián conocía; después de mucho trabajo, la encontraron.
Cuando salieron, la criatura estaba acercándose al sol para comérselo. El ser malvado se veía como una gran mancha con tentáculos dirigiéndose al sol. En ese momento, Dragador le dijo a Ramón: — activa la gema; tú eres un niño muy positivo —; luego, el guardián arrojó la gema y el engendro del mal quedó atrapado en una esfera nueva.
Todo el universo se recuperó. Dragador devolvió a Ramón y Max a su casa, y desapareció.
Fin.