EL BOSQUE LEJANO
Hace unos años, una pareja de recién casados decidió mudarse para alejarse de la rutina, así que se fueron a un pueblo lejano de la ciudad. Al principio, todo era tranquilo; pasó una semana y fue cuando todo empezó.
Un día, la esposa llamada Nicole se paró en la madrugada porque tenía ganas de comer algo; de repente, escuchó un ruido un poco raro en el despacho. Cuando entró, vio un par de hojas en el suelo; no le dio mucha importancia, pues pensó que había sido el viento, ya que la ventana estaba abierta; la cerró y se fue de nuevo a la cocina, se preparó un aperitivo y se fue a dormir.
Al día siguiente, le conto todo a Jorge su esposo: — anoche escuché un ruido, pensé que lo habías escuchado… ¿Dejaste la ventana abierta anoche, Jorge? —
— No, la cerré antes de irme a dormir. Ja, ja, ja… mi amor, creo que lo soñaste todo —
— ¡Jorge, no estaba soñando! La ventana estaba abierta y se cayeron unas hojas. Aunque no le di mucha importancia, sí me asuste un poco. Si es una broma, no es divertida —
— Ay Nicole… ¿Vamos a pelear por unas hojas y una ventana? tal vez se me olvidó cerrarla y listo, ya no te enojes querida —
— ¡Sí me voy a enojar!, ¿Y si se meten a robar o algo así?, ¡Gracias a Dios la cerré con seguro! —
Ese día continuó un poco tenso, Jorge se fue a trabajar y Nicole se quedó limpiando la casa. Cuando terminó, decidió ver las noticias y se encontró con que, cerca de su casa, una persona había desaparecido en un bosque en el que nadie se atrevía a entrar para buscarlo.
Asustada por el ruido de la noche anterior y preocupada por lo visto en las noticias, Nicole decidió hablar con el jefe de la policía del pueblo.
El jefe le dijo que muchos años atrás, el pueblo era una comunidad en la que reinaba el respeto y la justicia; sin embargo, en la actualidad no era así; las diferencias entre millonarios y pobres habían calado negativamente en todo.
— Había injusticia con los pobres, cualquier cosa que hacían los castigaban encerrándolos en cuartos oscuros y sin alimento; esos calabozos estaban en el bosque; nadie sabía que había adentro y les daba miedo averiguarlo —, le contó el jefe de policía.
También le dijo que, luego de unos años, un 10 de julio murió una niña de forma extraña y que, desde entonces, durante cada aniversario de su muerte desaparece una persona.
Nicole llamó a Jorge y le explicó todo, quien obviamente no lo tomó muy en serio.
Presa de la intriga y del temor de estar sola, Nicole decidió ir al bosque para averiguar lo que pasaba. Se preparó llevando cuchillos, botiquines y demás cosas, partiendo en su bicicleta y dirigiéndose hacia el bosque. Cuando llegó a la entrada de aquel enigmático lugar, vio un cartel advirtiendo que si entraba probablemente no volvería al pueblo. Nicole no hizo caso e ingresó al bosque, cometiendo con esto un gran error.
Cuando entró, escuchó una voz que le dijo: — ¡Sal de mi bosque! —
A Nicole no le importó y siguió caminando; de repente, empezó a sonar una tonada parecida a las de una caja musical. En ese momento sintió una brisa gélida en su espalda; antes de virarse, escuchó la misma voz: — cada 10 de julio recuerdo a mi madre; ella me pegaba, me maltrataba… ahora yo quiero venganza y poco a poco la consigo… —
Cuando se viró, se desmayó. Nadie supo de ella nunca más.
Jorge regreso del trabajo y encontró una nota que decía:
Fui al bosque, si no regreso quiero que sepas que te amo; con cariño, Nicole.
Desde ese día, se dice que quien va a ese bosque nunca regresa y, si regresa, vive cada día con miedo de que esa niña complete su venganza.
¡Fin!