AMOR HASTA LA MUERTE

Esta es la historia de dos personas que se amaban tanto, que estaban dispuestos a dar su vida el uno por el otro. A Cara, una integrante de la pareja, solo le quedaban dieciseis días de vida.

Tiempo antes, Ella sufrió un terrible accidente que le dejó varias secuelas. Su novio Luke siempre había estado al pendiente de ella; él iba todo los días a la casa de su novia a cuidarla.

El novio anterior de Cara, Harry, murió en el accidente automovilístico. Ella siempre lo recordaba como el hombre que le ayudó a ser más libre y a no atarse a las reglas; a ella le gustaba esa sensacion.

Cara estuvo internada en el hospital una semana más o menos. Durante ese tiempo, Luke la iba a visitar todos los días y se quedaba a dormir en el incómodo sillón de la habitación. Cada mañana, Luke se despertaba con un horrible dolor de espalda, pero lo que a él le preocupaba de verdad era que a Cara le quedaban nueve días de vida.

Uno de esos días, ya en su casa, ella estaba en su habitación con Luke viendo una película de comedia que duró aproximadamente una hora. Cuando se terminó, Cara ya estaba dormida en el pecho de su novio. Él seguía despierto, no podía dormir tranquilo; además, le encantaba ver a su novia dormir, le daba como paz y tranquilidad. Él cerró sus grandes ojos para tratar de dormir; logró conciliar el sueño tiempo después. Terminó roncando y con una pierna encima de Cara.

Al día siguiente, ella se despertó con un tremendo dolor de cabeza y también con un horrible dolor en el cuerpo; trató de levantarse, pero al hacerlo se sentó de golpe otra vez. Lo intentó de nuevo, pero se cayó al suelo y perdió el conocimiento por el impacto.

Luke se despertó asustado y alerta, buscó con su mano a Cara, pero no la encontró en la cama. Se paró corriendo y allí la halló, tirada en el suelo con sangre en su cabeza; la tomó entre sus brazos y salió corriendo a su carro, la metió en el asiento de atrás y condujo a toda prisa al hospital. Cuando llegó, las enfermeras se llevaron a Cara en camilla.

El día siguiente era su último día de vida…

- ¡Te amo! -, se dijeron ambos. Una última sonrisa. Una última mirada. Las respiraciones que se agotaban, el aire que no llegaba a los pulmones… la escasez de sangre en las venas… y los dos corazones que, a la vez, dejaron de latir.

Fin.