LA AVENTURA DE LA NIÑA DIVERTIDA
Había una vez, una niña que se llamaba Andrea y que tenía muchos amigos, ya que era divertida, cariñosa, amable, respetosa y honesta.
Un día, llegó otra niña a la que no le gustaba nada, que se llamaba Peige. De inmediato, Andrea comenzó a pensar en algo para que se pusiera feliz.
Lo primero que hizo fue llevarla al parque y le enseñó los patitos bebés, pero esto no la hacía feliz. Fue a muchas aventuras con Peige, sin embargo, nada parecía funcionar.
Andrea y sus amigos idearon un plan de aventuras para divertirse un poco. Peige sospechaba algo, se preguntaba a sí misma: - ¿por qué todos están reunidos sin mí? -. Así que se acercó sigilosamente, escuchó todo el plan y rápidamente se colocó en donde estaba.
Al verla, Andrea pensó: - algo le pasa a Peige, está actuando muy raro, tengo que averiguarlo después de la aventura -.
Peige ya sabía adonde iban. Los amigos de Andrea rápidamente empezaron a ejecutar su plan, pero uno de sus amigos comenzó a seguirla de forma extraña y ella se escondió; ese niño era un espía. Peige les había advertido previamente sobre él, pero nadie le creyó, la única que confió en ella fue Andrea. No obstante, poco a poco le fue creyendo menos.
Un día, Andrea vio lo mismo que Peige y corrió buscando a sus amigos, pero ellos estaban hipnotizados; las únicas que estaban todavía consientes eran Peige y Andrea. De pronto, la dos chocaron y siguieron corriendo, pero no había salida, así que Andrea le pidió a su amigo que no le hiciera daño. Peige dijo que lo sentía por ser mala con todos y pidió ser su amiga.
El amigo dijo: - está bien, no lo volveré a hacer -, y todos siguieron felices con su aventura. Al terminar, fueron a una playa, tomaron agua de coco y nadaron mucho.
Para la última aventura, fueron a un lugar lejano y Peige estaba muy feliz por sus nuevos amigos. Viajaron en un crucero a través del océano y regresaron a casa en avión.
A la final, todo era una gran maniobra para lograr integrar a Peige y generar un cambio de actitud en ella, lo cual resultó de la mejor manera, pues la niña ya no tenía negatividad alguna.
Y todos fueron felices para siempre.
Fin