ELLA ES

Un 14 de septiembre, en los cielos de Salónica, una ciudad en Grecia, un brillante objeto con forma de tazón fue observado; era grande y se desplazaba como una flecha; junto con estrépitos de trueno desapareció con una chispa.

El cielo estaba despejado, no había ni una sola nube, el objeto volador no identificado aterrizó en un solar. La misión era de reconocimiento en la tierra. En el momento en que estaban por irse, Nimbu, un extraterrestre de 500 años, se alejó para salvar a una niña en peligro y sus compañeros lo abandonaron a su suerte; ahora debe aprender a vivir en la tierra hasta que vuelvan por él.

Claro que no parece ser alguien accesible, sin embargo, su apariencia física era igual a la de un modelo, además de contar con una serie de poderes que eligió no utilizar. Es que después de unos cuantos problemas, aprendió a desconfiar de los humanos y a no meterse en sus asuntos.

Él no podía entrar en contacto con la saliva ni la sangre de los terrícolas, es por eso que todo lo hacía solo; Fue hasta que, después de 256 años, se cruzó en su camino una bellísima actriz acostumbrada a que todos sus deseos y pedidos se cumplieran sin falta, su nombre era Nikita. Esta era alumna en la universidad donde él impartía clases.

Viendo que nunca prestaba atención, ya que ella pensaba que, al ser famosa, él debía tenerle toda la consideración; así comenzó toda la aventura.

En el momento en que llegaba a su casa, él se dio cuenta que ella era su vecina y, cada momento que pasaba, ella hacía lo imposible para llamar su atención.

Por primera vez, él tenía un interés en alguien. Ella le recordaba a aquella niña que había salvado el día que llegó a la tierra.

Vivieron muchas aventuras juntos y, sin darse cuenta, él se enamoró de ella, sabiendo que su amor era imposible, ya que él tenía fecha de regreso a su planeta; solo le quedaban tres meses en la tierra porque el cometa, como lo llamaban aquí en la tierra, volvería por él.

Dentro de toda la aventura, él le confesó la verdad le explicó que para él era imposible quedarse porque, si lo hacía, moriría; pero le juró que volvería.

Ya llegado el momento de su partida, fue duro para ella, ya que no era la misma chica caprichosa, había aprendido a ser noble.

Ella veía al cielo todos los días por cinco años seguidos. Una noche inesperada, apareció la ráfaga en el cielo y, detrás de ella, Nimbu para no volverse a separar mientras ella viviera.

Fin.