SOFÍA, LA NIÑA REBELDE
Sofía era una niña hermosa, radiante, alegre, pero muy rebelde. Sus padres, Alberto y Elena, siempre la regañaban y le daban buenos consejos, pero ella no les hacía caso. En el colegio hacía lo que quería, no obedecía a la maestra, no llevaba las tareas y distraía a los compañeros en clases. La maestra siempre se quejaba con los padres hasta que, un día, la expulsaron del colegio por su mala conducta. La madre se puso furiosa; estaba tan molesta que la castigó: le prohibió los juguetes, salir al parque y ver televisión.
Sofía tenía tres hermanos: Pedro, Juan y marco, a los cuáles les gritaba constantemente y ellos le temían, ya que ella tenía un carácter muy fuerte.
Los padres sufrían bastante por el comportamiento de ella, así que tomaron la decisión de llevarla a un psicólogo y a médicos orientadores, pero su rebeldía era la misma, hasta que un día su madre se enfermó y no podía levantarse de la cama. Al ver a su padre y hermanos sufrir por la enfermedad de la señora y que, sin ayuda de su madre, todo a su alrededor iba cambiando, Sofía comenzó a ver la vida de otra manera y comprendió los consejos que sus padres siempre le daban. Fue allí donde internalizó que la rebeldía no es la mejor conducta del ser humano, y que hay que saber escuchar los consejos y correcciones de los padres y maestros.
Sofía comenzó a compartir con sus hermanos y a ayudar en los oficios del hogar, también pidió disculpas a sus padres, maestros y hermanos. Conversó con sus padres, ya que quería regresar al colegio, y prometió tener mejor conducta. Al ver él cambió de actitud en ella, sus padres le brindaron una segunda oportunidad.
Su madre se fue recuperado poco a poco, sus hermanos no le temían y compartían juntos. Además, Sofía prestaba atención en clase y hacía sus tareas.
Hoy día, los padres están orgullo, porque ella logró graduarse y ser una persona llena de valores y principios, una mujer emprendedora y sus hermanos son profesionales también; son una familia feliz.
Sofía armó una fundación para niños con problemas de rebeldía. Ella misma los orienta y ayuda a comprender que la rebeldía no es buena conducta, que hay que saber valorar y respetar a los padres y a todas las personas que nos rodean.
Fin.