LA CARRERA
Eran las tres de la tarde del sábado y todos los niños iban al parque a jugar. Como siempre, Diego se fue a buscar a Luis, Héctor y María para irse en bicicleta hasta el parque y jugar al futbol.
Luego de manejar bicicleta y de jugar en el parque, justo antes de las seis de la tarde, los niños fueron a la heladería a comprar barquillas y se sentaban a comérselas en una de las bancas del frente del establecimiento.
Ese día hablaron de la carrera de bicicletas que iba a realizarse el siguiente sábado en el barrio. Tanto la bicicleta de Diego como la de Luis tenían las llantas algo desgastadas; por su parte, Héctor y María tenían bicicletas más nuevas.
La competencia era en equipos. Las reglas eran sencillas: solo tres personas del mismo equipo podrían estar a la vez en la carrera, uno del equipo tenía que ser una niña, los otros del equipo debían esperar al primero que se cansara para poder relevarlo y, después de la vuelta número diez, los equipos podrían decidir tener una niña en la carrera; el primer equipo que hiciera las treintas vueltas sería el ganador de la competencia.
Mientras conversaban en la banca frente a la heladería, a ellos se acercó Óscar, del equipo de los Transformers, para burlarse de sus bicicletas, principalmente de la de Diego y Luis, que eran las más viejas. El equipo de Óscar estaba conformado por cuatro personas y todos tenían bicicletas nuevas para la carrera.
- Diego, ¿en serio piensas ganarnos con esas bicicletas? -, preguntó Óscar burlonamente.
- No todo es la bicicleta, también son importantes las condiciones que uno tiene al momento de la carrera y yo me siento preparado -, le respondió Diego.
Todas las tardes durante esa semana, el equipo de Diego iba al parque a manejar las bicicletas, preparándose para la carrera. Todos los niños del parque les daban ánimo, diciéndoles: - ¡vamos PS4! -; ese era el nombre del equipo.
Llego el día. El parque estaba abarrotado de niños, niñas y muchas bicicletas. Un sol muy bonito brillaba en el cielo y la temperatura era agradable; además, había algo de brisa fresca. Por otra parte, se podían encontrar por todas partes muchos vendedores de raspado, paletas, jugos y agua. De entre todos los equipos que se presentaron a la competencia, los más reconocidos eran los PS4 y los Running, ambos del mismo barrio, y los Transformers, del barrio vecino.
Cuando el Sr. Rodolfo, quien llevaba la bandera, les pidió a todos los equipos que se formaran, los PS4 decidieron que Diego se quedaría de reserva, mientras que Luis, Héctor y María empezarían.
Comenzó la carrera y dos del equipo de los Transformers se fueron al primer lugar, Héctor estaba de quinto, María y Luis un poco más atrás. Pasaban las vueltas y el equipo de Diego iba subiendo de posición, pero Los Transformers aún se mantenían en el primer lugar.
En la doceava vuelta, Diego entró por María, que ya estaba cansada y, según la regla, ya podía salir. Su mamá y su tía Indira gritaban de emoción, dándole ánimo: - ¡vamos Diego! -.
PS4 fue remontando hasta tomar el tercer lugar. Diego mantuvo el ritmo hasta la penúltima vuelta para evitar agotarse mucho, después de la cual sacó toda la energía que tenía dentro. Ya en la última vuelta, Óscar de los Transformers y Diego de PS4 se debatían el primer lugar.
Diego miró a su adversario y recordó cómo este se burlaba de su bicicleta, lo que le dio más fuerzas; levantó la mirada y vio al Sr. Rodolfo ondeando la bandera; este era el final de la carrera. El capitán de los PS4 logró pasar de primero por una llanta; todos los niños del barrio corrieron hacia él a felicitarlo. Héctor y Luis cruzaron la meta después.
Todo el equipo PS4 celebró. Fue un bonito día donde ellos pudieron demostrar que el esfuerzo y el no rendirse son las claves del éxito.
Fin.