Daniela Sanz – 6to Grado
LA DESAPARICIÓN DE SALLY
Sally era una joven de 25 años, que cursaba su último año en la universidad y vivía con sus padres. Ella se caracterizaba por su personalidad; era muy cariñosa, tenía muchas amistades y se llevaba bien con todos.
Hace dos años, se había registrado varias desapariciones de mujeres jóvenes de la de edad de Sally; hasta la fecha aún no las hallan. Se rumoraba que los responsables eran seres que se encontraban ocultos en el bosque y solo salían de noche; muchas jóvenes eran precavidas y no salían después del ocaso.
Un día, Sally salió tarde de la universidad y le tocó caminar debido a que no pudo tomar el último autobús. Sola en la oscuridad y nerviosa, ella caminaba en la calle mirando para todos lados. De repente, ve dos sobras a lo lejos cruzando la calle; no le dio importancia y siguió caminando.
Al sentir que todo se calmaba y que empezaba a reinar un silencio absoluto y escalofriante, Sally aceleró el paso, sin mirar. De pronto, salen detrás de ellas las dos sombras que vio que cruzaron la calle y sintió unos pasos que se acercaban cada vez más, así que tomó la decisión de correr los más rápido que pudo, pero las sombras la alcanzaron; Sally se desmayó de la impresión y se las llevaron.
Al despertar, Sally se encontraba amarrada en una cabaña sin luz, solo con una fogata; no sabía quién podría haberla secuestrado. Pasadas las horas, escuchó que alguien estaba entrando y se hizo la dormida; eran dos duendes que hablaban sobre obligar a Sally a ser su madre, ya que su verdadera mamá los había abandonado. Al parecer, eran también cómplices de las desapariciones de las jóvenes que se habían perdido hace dos años.
Al escuchar el comentario, Sally fue astuta y le siguió la corriente a los duendes; estos estaban muy contentos. Los duendes le pidieron a la joven que por favor les contara un cuento para dormir y Sally comenzó a narrárselo; los pequeños se durmieron y Sally aprovechó para escapar antes de que se despertaran.
Al salir de la cabaña, ella estaba en un bosque del cual no sabía salir. Corrió y siguió corriendo hasta que vio una luz que le dio esperanza. Al cruzar la luz, Sally apareció en el mismo lugar a donde los duendes la habían llevado. Una vez de regreso en la cabaña, la joven se puso nerviosa y trato de huir por segunda ocasión, pero ya era tarde, los duendes estaban despiertos y la volvieron a encerrar.
Hasta el momento nadie sabe nada de Sally, que le paso o quien la secuestró.
Fin