LAS VACACIONES DE CARLA

Érase una vez, una niña llamada Carla que estaba emocionada por sus vacaciones y, mientras llegaban esos anhelados días, se propuso obtener buenas calificaciones para que sus padres la llevaran al sitio de sus sueños. Ella se esforzaba mucho para alcanzar su objetivo.

Por fin llegaron esos días tan esperados y, en la noche cuando Carla estaba durmiendo, sus padres entraron en su habitación y la despertaron. Ella se bañó con agua fría para estar bien activa y partieron los tres en una gran moto, junto a su perrito Batman. Durante el camino, Carla se volvió a quedar dormida.

Cuando amaneció, Carla se dio cuenta de que ya habían empezado sus tan esperadas vacaciones. Hicieron una parada en la casa de su tía porque esta también iba a ir al viaje, aunque en su propio carro con su sobrino y otra tía.

Paso mucho, mucho tiempo, hasta que pudieron a comer algo. Después, Carla se puso a jugar con su perrito Batman.

La siguiente parada fue en Chiriquí; Carla estaba muy emocionada por visitar a su abuelita y, luego, esta le dijo que iban a ir a ver a sus familiares, por lo que la niña se puso muy contenta porque ella hacía mucho tiempo que no los veía.

Durante la visita, Carla se enteró de que su tío tenía problemas con una pierna; había sufrido una caída de su caballo. Carla se despidió de su tío diciéndole que se cuidara mucho.

Carla supo que su otra abuela iba a ir al viaje con ellos y se emocionó mucho. Mientras Carla esperaba en el auto con su tía y su perro, los demás compraron mucha comida porque iban a ir a unas cabañas en el bosque. La pequeña niña estaba extasiada.

Al día siguiente, Carla, su perrito y algunos de sus familiares emprendieron el viaje definitivo. Llegaron, se registraron y esperaron a que llegaran los otros familiares. Una vez juntos, todos se dirigieron en carros hacia las cabañas que ocuparían; Carla y un grupo se alojaron en la número cuatro y el resto en la número 9. Una vez allí, desempacaron y se instalaron.

Luego de desempacar, Carla se puso a jugar con su primita, se fueron a bañar, comieron en familia, vieron una película y después se acostaron a dormir.

Al siguiente día, se fueron a pasear. Carla y sus primos vieron muchos caballos y se montaron en uno de ellos, que era muy, pero muy grande. La niña tenía mucho miedo.

Durante su semana de estadía, visitaron la feria de las flores y Carla se divirtió mucho con su familia; incluso aprendió a manejar moto.

Al finalizar las vacaciones, empacaron y Carla les dijo a sus padres que se divirtió mucho; cada uno se fue a su respectiva casa.

Fin.