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Severiano Zambrano – 7mo Grado

LOS MAGOS DE LOS COLORES


Los Magos de los Colores - Lecturas Ferrini Panamá

Érase una vez, un mago amable llamado Juan, que vivía en una montaña. A él le decían Arcoíris, porque le gustaban los colores de todo lo que lo rodeaba: piedras, ríos, flores, árboles, animales del bosque y hasta el mismo cielo.


Un día de lluvia, Juan veía desde su cabaña que, después de la tormenta, los colores eran aún más brillantes, pero aun así él decía: - falta algo más, falta algo más… -.


En una mañana de verano, al correr como todos los días, tropezándose con un tronco, Juan encontró un collar de cristales con piedras coloridas, era como si alguien lo hubiese dejado ahí. Él se preguntaba: - ¿para qué servirá? -.


Al tocar el collar, las piedras sin color adquirían muchas tonalidades nunca antes vistas. – ¡Qué maravilla! -, exclamó Juan.


Del otro lado del bosque gris y oscuro vivía Gabriel, el mago blanco; a él no le gustaban los colores, porque era muy solitario y la tristeza lo dominaba; le molestaba todo lo que se viera más alegre que sus sentimientos.


Cuando el mago blanco supo de Juan y el collar, planeo algo; entonces al mago Juan le llegó una carta de Gabriel, en ella le decía que era un compañero de la escuela de magia. Él era el avanzado de su clase y le dijo que le iba a enseñar lo más actualizado en magia; se encontrarían en la cima de la colina del Ahorcado. Todo aquello era una trampa para destruir el collar, pero Juan era muy audaz.


Al encontrarse en el sitio pautado, el mago blanco le tenía una trampa preparada y, cuando Juan cayó en ella, revisó sus bolsillos y le quitó el collar; al mismo tiempo, lo tiró al piso y lo hizo pedazos. Juan sonreía porque ese collar era falso, pero el mago blanco no lo sabía.


El mago blanco se rio y rio orgulloso de lo que había hecho, pensando que destruyó el collar para siempre; él creía que por fin podría convertir al mundo en blanco y negro.


Juan se escapó de su celda y apuntó al mago blanco con el collar verdadero, convirtiéndolo en un ser de muchos colores. Él se quedó sorprendido al ver tantos colores y se fue corriendo asustado hasta que el sol lo desvaneció, transformándolo en un hermoso arcoíris.


Después que llueve y el sol empieza a salir, podemos ver al mago blanco decorando el cielo con sus colores; entonces, Juan dijo: - eso, eso era lo que le faltaba a este hermoso cielo cuando termina la tormenta -.


Fin



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