MI VIAJE A ECUADOR
En las vacaciones del 2016, Holger Alexander García dejó su bello país, Panamá, ya que, gracias a Dios, tuvo la gran oportunidad de ir por unos días a conocer el hermoso país de Ecuador.
Por motivos de trabajo, no pudo viajar en compañía de sus padres, Holger García y Yarineth Santamaría. El viaje lo realizó con la grata compañía de su querida abuela Dolores de García, su tía Sugey García, su tía y madrina Margarita García, su primo Emilio Vega y su prima Josmany Monfred.
Al llegar al aeropuerto de Tocumen, fue una fuerte emoción, pues era la primera vez que viajaba en avión y salía de Panamá. Viajó por la aerolínea Copa con una excelente atención; les brindaron soda, jugos, agua, panqueque, pastel y galletas. El vuelo fue sin escala, directo a Ecuador, con hora y media de viaje.
Al llegar al aeropuerto de Ecuador, Holger tuvo la oportunidad de conocer parte de la familia de su abuela Dolores, que era ecuatoriana. Sus hermanas y sus sobrinas fueron a recogerlos al aeropuerto y todos juntos se dirigieron a la hermosa casa que la abuela tenía en Guayaquil.
Llegaron al atardecer. Se quedaron en casa arreglando las maletas, descansando y conociendo a los familiares y amigos de ese país.
Al día siguiente, hicieron un paseo por Guayaquil, estuvieron por un lugar llamado el Malecón. Después de unas horas de recorrer la ciudad, se dirigieron a un lugar llamado Portoviejo, un sitio muy bonito que pertenece a las costas, con muchas playas hermosas y con una gastronomía muy característica.
Sus platillos típicos eran muy ricos, su ceviche parecía algo diferente al de Panamá, le echaban cilantro, tomate, perejil, mostaza y un poquito de aceite, que le da un sabor un tanto peculiar. Entre las comidas ecuatorianas, destacaron también el pan de yuca, plátano maduro con queso blanco, plátano verde asado con maní, soda fiora, agua con gas, entre otras cosas.
Las personas en el Ecuador eran buenas y agradables.
Otro día, conoció la Ruta del Sol, la cual consistía en pasear de playa en playa, por decir algunas: Salinas, Crucitas, Olon y Montañita.
Además, los llevaron a pasear por Manta, que es la otra parte de la costa. Ahí conoció otra playa que se llamaba Targuí, un lugar muy bonito y pintoresco; también visitaron el museo de Manta.
Al siguiente día, siguieron su recorrido por el área de la sierra que pertenece a Quito, que es un lugar muy frío. Estuvieron en Cuenca, en un lugar que se llamaba el Paylon del Diablo, que es alto. Caminando por un pequeño y rocoso pasillo llegaron a la mitad del mundo; todo era muy lindo; este es una de las visitas turísticas más populares del Ecuador, un punto exacto que divide al mundo en dos mitades, con su famosa línea Ecuatorial.
Continuando la aventura, se montaron en el teleférico; fue muy emocionante pasar de un lado a otro a través de él.
Por último, fueron a pasear a un parque que se llamaba Volcan Park.
La verdad, fue un viaje en familia muy bonito, emocionante y divertido. Holger le agradeció a Dios por esa oportunidad que le dio al poder viajar a conocer Ecuador con su familia. Ya de regreso, estuvo muy contento al volver a reunirme con sus padres.
Fin