MI AMIGO DOKI
Había una vez, una niña llamada Lucía que anhelaba un perrito como regalo de cumpleaños. Sus padres le dijeron que no podrían regalárselo porque ya tenían una perrita en casa, pero ellos sabían que ese sería el regalo perfecto.
Triste y pensando en sus ganas de tener un perrito, Lucía habló con su hermana mayor para que la ayudará a convencer a sus padres que le regalaran un perrito. Faltando pocos días para su cumpleaños, estos tomaron la decisión de comprar el perrito. Buscaron y buscaron el ideal, hasta que encontraron uno con una historia muy peculiar.
El perrito vivía con una familia que acaba de tener un bebe, por lo que ya no tenían tiempo para cuidarlo ni para darle amor. Pasaba todo el día solo y muy triste. Entonces, decidieron venderlo y los padres de Lucía lo compraron sin decirle nada a su hija.
Llegó el día tan esperado para Lucía y recibió su tan anhelado regalo; hasta ese momento, ese fue su mejor cumpleaños. Llamaron al perrito Doki y su llegada llenó de alegría la casa.
Doki y la perrita que ya tenían se hicieron mejores amigos de inmediato.
Todo era felicidad con la nueva mascota, pero Doki era muy tímido y le costaba mucho dejarse querer.
Poco a poco, notaron algo extraño en Doki, empezaron a ver que él le tenía un miedo enorme a los carros y, cada vez que uno pasaba cerca, no quería moverse, metía su colita entre sus patas y sus orejitas se caían. Tratando de averiguar el porqué, contactaron a su anterior familia y esta les confesó que un carro le había pasada por encima de la patita a Doki cuando apenas era un cachorrito de un mes; entonces entendieron el miedo tan grande que este sentía.
Al darse cuenta de todo eso, lo llevaron al veterinario para que le revisaran su patita y así poder asegurarse de que todo estuviera muy bien.
Poco a poco, Doki se convirtió en el perrito más amoroso, educado y juguetón y, por fin, pudo superar su temor hacia a los carros. Día a día, Lucía lo cuida, le da su comida, lo pasea, lo baña y, sobre todo, le da mucho amor.
Sus padres se dieron cuenta de que, por muchas razones, el perrito fue el mejor regalo. Lucía aprendió mucho sobre la responsabilidad y Doki fue el mejor perrito que pudieron elegir para llevar a casa.
Fin.