UN VIAJE DE ENSUEÑO A PARÍS
Había una vez, una chica llamada Marcela que tenía dos amigas, Sara y Laura. Las tres eran inseparables y desde niñas habían soñado ir a París y montar su propio almacén de ropa, pero no contaban con el dinero.
Una tarde estando en casa de Marcela haciendo un proyecto para la universidad, tocaron la puerta y Marcela la abrió; era un representante de una agencia de viajes, quien les dijo: - ¡felicidades!, son ustedes las ganadoras de un viaje con todos los gastos pagos a París, para que puedan emprender sus sueños -.
Ellas estaban tan emocionadas, que saltaban de alegría, pero ¿cómo se habían ganado el viaje? Marcela le había contado su sueño a su mamá y esta, tratando de ayudar a su hija a hacerlo realidad, buscó en Internet y encontró un concurso de jóvenes emprendedores, propiciado por una organización internacional que ayudaba a los jóvenes a tener su propio negocio, y las inscribió, resultando ganadoras.
Laura y Sara hablaron con sus padres y les explicaron la gran oportunidad que se les estaba ofreciendo, los cuales estuvieron de acuerdo con el viaje.
Una semana más tarde, ya estaban en el aeropuerto despidiéndose de sus familiares; no podían estar más felices. Pasaron horas antes de llegar a París. Se emocionaron mucho cuando el avión llegó a su destino, porque ya era el primer paso para cumplir sus sueños; sin embargo, todo era diferente y se sentían extrañas.
Llegaron a donde se iban a hospedar y, luego de varias reuniones y asesoramientos, salieron a caminar, investigando que tenían que hacer para abrir un negocio y cuál era el mejor lugar para ello.
Un tiempo después, las tres amigas hallaron un lugar que tenía un letrero que indicaba que estaba en venta y, al entrar, conocieron a Simón, un joven empresario que ofrecía aquel local porque tenía que mudarse a otro país. Él les ayudó a organizar el negocio y les enseñó muchísimo sobre cómo administrar.
Iniciaron en ese lugar sus sueños de niñas. Los primeros meses fueron difíciles, pero, luego de un tiempo y gracias a la ayuda de sus familiares y amigos, todo comenzó a mejorar y su negocio fue muy rentable. Este era una tienda donde ofertaban ropa de diferentes países.
Posteriormente, lograron formar una cadena de tiendas muy exitosa, que hoy día son manejadas por sus hijos y nietos, quienes continuaron con el sueño de aquellas niñas inocentes, humildes, que fueron muy persistentes en lo que querían y cuya amistad perduró hasta el fin, formando una gran familia.
Fin.