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Alexander A. Coriat – 7mo Grado

LOS HÉROES MÍSTICOS


Los Héroes Místicos - Lecturas Ferrini Panamá

En la oscura noche, en una sombra misteriosa aparecieron unos ojos que apenas se veían; muchos le dicían She Ghost Girl, pero su verdadero nombre era Maeve.


Todos se aterraban con el simple susurro de su nombre y temblaban ante su presencia femenina. Dicen que sus ojos eran como los de un gato y su pelo de color rosa, tenía orejas puntiagudas y portaba un traje rosa misterioso. Los habitantes no salían por las noches para evitar los peligros.


Por otro lado, en medio de la oscuridad y en los callejones, entre la niebla de las tumbas de los ancestros más terroríficos de la noche, una leyenda se hizo realidad; Androxus apareció. Nadie lo había podido describir, pero se decía que, si estabas solo en la noche, lo verías en tu mente y nunca lo podrías olvidar.


En medio de la penumbra, se escucharon las risas y las palabras de Androxus: - ¡cuidado!, no están solos; si quieren estar libres, entréguenme a su guerrera misteriosa, Maeve -. La gente tenía dudas de que la sombra misteriosa conocida como Maeve fuese realmente su guerrera.


Justo esa madrugada, se escucharon cuchillas afilándose y unos extraños revólveres cargándose. Se encontraron las dos misteriosas y más impactantes sombras; el cielo se nubló y se tornó morado.


Se oyó una voz femenina decir: - ¡good night! -, y, de repente, la oscuridad absoluta lo cubrió todo. A partir de entonces, solo se oía una pelea misteriosa y nada se veía por la niebla, excepto ciertos y momentáneos destellos de color morado y rosa.


Entre las sombras se vio por un instante a una gata azul con máscara y al místico Androxus vestido de negro.


Todos se preguntaban si la pelea continuaría o se acabaría. Las dudas se acrecentaban, pero llegaron dos soldados que se hacían llamar Viktor y Vivian, con armas y con una valentía sin límites.


Comenzaron a disparar contra los objetivos que eran Androxus y Maeve; estos no alcanzaban a ver que su pelea perjudicaba a los inocentes, ya que habían acabo con la mitad del pueblo. Habían heridos por todas partes.


Viktor quiso decirles a los dos místicos combatientes que se unieran a su equipo. - Vengan con nosotros y dejen esa pelea absurda e inmadura, ¿no se dan cuenta de que están lastimando a civiles inocentes?, únanse a los guerreros del Paladín -, dijo el soldado con entusiasmo.


La decisión era de los dos misteriosos guerreros; si seguían con la guerra, serían encerrados y, si se unían, serían héroes. Esto último fue lo que hicieron; al reunirse los cuatros guerreros se formó el equipo de los Paladines, quienes se encargaron de defender el pueble de ahí en adelante.


Fin.

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