LOS SUEÑOS QUE NO SON SUEÑOS
Érase una vez, una niña llamada Morgan que vivía en una granja con su papá, su mamá y con muchos animales.
A la niña le gustaba mucho cuando caía la noche y tenía que irse a acostar porque, cuando dormía, vivía aventuras que no eran sueños, ya que, cuando despertaba, estaba toda sucia y desalineada.
Un día, le dijo a su familia lo que le ocurría, pero ellos no le hicieron caso, lo que le hizo dudar si era verdad lo que le está pasando o solo eran sueños. La niña se quedó pensando y decidió irse a dormir para ver qué pasaba.
Morgan se durmió por dos horas seguidas y, en ese tiempo, sucedió algo. Se despertó, pero no en su cuarto, sino en otro mundo y, esta vez, estaba segura de que no era un sueño. No estaba sola, a su lado había despertado también un niño que se llamaba Piter, quien era muy inteligente. Ambos se presentaron y Morgan le preguntó que qué hacía ahí; él le respondió: - es que cuando duermo me pasan cosas inexplicables -. - ¿Cómo cuáles? -, preguntó la niña. - Como si mis sueños ocurrieran de verdad -, explicó Piter y continuaron conversando.
- A mí me pasa lo mismo y le conté a mi familia lo que me ocurría, pero no me hicieron caso –
- Me ocurre lo mismo –
- ¿Sabes dónde estamos? –
- No, pero ya he venido a este lugar –
- ¡Genial!, entonces debes saber cómo regresar a casa –
- Sí, pero no –
- Entonces no lo sabes –
Era un mundo colorido, en el que las personas usaban ropa rara, caminaban descalzos y habían naves espaciales, pero no de las normales. Los árboles eran de diferentes colores, los animales se convertían en personas, todos los días eran de fiesta, nunca llovía y las personas tenían peinados raros.
Después de caminar, se les ocurrió la idea de preguntarle a un hombre que se les cruzó en el camino, llamado Alex, que hablaba su mismo idioma y este les contó que no era la primera vez que eso pasaba porque ya habían ido varios niños como ellos a ese lugar. Ellos preguntaron: - ¿Dónde estamos? -, y el hombre respondió: - estamos en el planeta Renal -.
Morgan le preguntó si sabía cómo salir y el hombre le dijo: -sí, pero no va a ser fácil salir de aquí -. - ¿Por qué?, ¿quién o qué lo impide? -, inquirió en el momento Piter. El señor les explicó: - los guardianes del planeta no son fáciles de vencer y el comandante de este lugar se alimenta de la alegría de los niños y no permite que se marchen, por eso yo sigo aquí, pero los distraeré para que ustedes puedan regresar con su familia -.
El hombre cuidó que los niños se volvieran a dormir en el lugar de los sueños. Pasado un tiempo, Morgan despertó de regreso en su hogar. Después, su familia supo que algo había pasado porque Morgan estuvo todo el día dormida y ella les contó su aventura.
Fin.